22 Jun Hagamos de la utopía algo real
La vida nos muestra distintas facetas, nos muestra todos sus colores, todos sus momentos, y uno, solo uno mismo, elige en qué parte quedarse, qué momento recordar, qué color nos va mejor…
Hace unos días volví a ver la vida de la manera más pura, inocente, desinteresada y vulnerable que humanamente podemos ver, una vida que se integra a este mundo, un mundo que no sé si es el mejor…
El mundo de hoy nos ofrece gran tecnología, unas conexiones que no nos imaginábamos, conocimiento al por mayor, tanto que ya no sabemos cuál de todos es real, porque entre tanto conocimiento puede haber mucha falsedad, mucho engaño, mucho oportunismo. Hoy tenemos un mundo lleno de oportunidades, que podemos tomarlas o dejarlas, solo nosotros tenemos la sabia decisión.
Hoy vemos un mundo, que poco a poco se recupera de una larga enfermedad, pero, ¿volverá a ser todo tan “normal” como lo deseamos, o como lo conocíamos?, personalmente espero que no, porque los errores que teníamos pueden ser remendados, porque lo que no nos mató, pues… nos hace más fuertes, dice One Republic, tomemos esa fortaleza que aprendimos, que generamos, y comencemos a movernos, a crear caminos nuevos, esos caminos que podamos dejar abiertos para futuras generaciones, y no necesariamente para que tengan las cosas más fáciles, si no para que tengan un distinto panorama, que tengan más elección.
El mundo nos mostró nuestra vulnerabilidad, mostró que somos como recién nacidos, donde dependemos de “alguien más”, y que, con sus posibilidades, sus oportunidades, nos mostrarán lo que puede ser mejor para uno, abramos nuestras mentes, nuestros corazones, nuestros métodos, y todo aquello que nos implique una barrera, aprendamos a desaprender.
Hoy el mundo nos enseña que podemos dejar un legado para las nuevas generaciones, de hecho, ya somos un legado, somos la generación que vivió una gran enfermedad, ya estamos en la historia, somos la generación que vivió por unos meses encerrados, somos la generación que evolucionó su trabajo, su forma de aprender, de enseñar, de convivir; seamos entonces el ejemplo de generación sin fronteras.
Hoy es momento de ser grandes, de poder mostrarnos naturalmente como somos, sin pretensión, sin ego (no uno malo), veamos la vida de esa manera tan pura, tan sencilla, tan simple.
Hagamos un mundo mejor, un mundo colaborativo, un mundo que muestre que la diferencia es hermosa, que muestre que la belleza está en las tonalidades, que muestre que la igualdad es el respeto; un mundo de iguales.
Hagamos de la utopía algo real, podemos hacerlo poco a poco, con lo que esté en nuestras manos, no necesariamente todos tenemos que ser Greta Thunberg para cambiar el planeta, tampoco haber vivido experiencias como Malala Yousafzai para poder ser inspiración, NO, solo hagamos lo que conscientemente nos toca, y veamos los resultados.
El mundo nos da su mejor versión, nos está mostrando su cara más sexy, pero también su lado obscuro, nos ve como sus aliados, como sus compañeros, ¿lo acompañamos?
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