17 Oct volvamos a admirarnos

Hace unas semanas me volví a asombrar como hace tiempo no lo hacía, esto me lo produjo la naturaleza, las formas, los olores, los colores, los sabores…. la vida…

Tan fácilmente nos dejamos envolver en rutinas, en situaciones, en formatos que asumimos como «es lo que tengo que hacer» o «es lo que hay» , yo difiero, no estoy de acuerdo.

Como humanos somos capaces de hacer mucho, todo, nada… así que somos el resultado de nuestro trabajo, con sus momentos altos y sus momentos bajos, pero todo es pasajero; Somos los constructores de grandes ciudades, edificios, maravillas de la ingeniería, que asombran a todos, y también somos los destructores de la jungla, la selva, el desierto y hacemos a un lado su propia vida.

Admiramos la libertad y sus formas, admiramos a quien crea, admiramos a quien plasma, admiramos a quien de forma gráfica nos expresa un sentimiento… y creemos que trabajamos para llegar allí algún día, y dejamos de lado o denigramos que lo que nosotros hacemos también puede ser admirado, porque ¿genio no es todo aquel que se manifiesta de una forma y es admirado?, hay genios en la economía, política, administración, física, química, astrólogos…. pero hemos decidido no verlos.

Una compañera alguna vez me dijo que debía “brillar”, que era mi momento, tenia razón, pero no entendí, poco a poco fui entendiendo a lo que se refería, y es algo muy sencillo, es ser lo que eres, de una manera responsable, sin dañar, pero avanzando… el reconocimiento llegará, y solo queda “brillar”.

Soy un creyente de volver a lo básico, y eso nos llevará a asombrarnos nuevamente, a estimular lo básico, lo que damos por sentado que ya está hecho, porque desde esta perspectiva esta la creación, el crecimiento, la visión, re- enamorémonos del mundo, de la vida… de nosotros.

Dejemos por un momento la estructura que nos da el día a día en el que estamos, salgamos a la naturaleza y escuchémosla, apreciémosla, asombrémonos de lo que somos y lo que hemos logrado, recapitulemos nuestro camino, ese que es nuestro, que es nuestra historia, y veamos el ritmo que ahora tenemos, el ritmo al que bailamos la vida, y veremos a que estamos dispuestos.

Dejemos de lado el control y la anticipación con la que vivimos, y fluyamos, hagamos espacio para la incertidumbre y dejarnos ir a la deriva, el paisaje es asombroso, y ahí también hay caminos, a veces esos caminos son más bellos. seamos esos valientes que se decidieron.

Renovémonos, con más sentimientos, con más empatía, con más humildad, con ganas de escuchar y de aprender todo, de absorber, ser como un niño de 4 años que pregunta todo el tiempo ¿por qué…?, volvamos a emocionarnos, volvamos a admirarnos.

“No hay mayor enemigo del crecimiento que el estatismo, la rutina y la cabezonería, del mismo modo que no hay mejores amigos de la creatividad que el movimiento, la experimentación y la humildad. Atreverse a crecer es una elección que evidencia uno de los más grandes actos de valentía.” … Pablo Arribas.

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