23 Oct Movimiento

Somos seres en constante evolución, y paradójicamente la mayoría de los humanos nos quedamos en el mismo lugar donde nacimos, no se si esta bien, solo se que hay mucho mundo, tanto que se puede hacer pequeño. Evolucionemos esa parte.

Tenemos amigos en la ciudad donde nacimos, nos enamoramos en la ciudad donde nacimos, trabajamos en la ciudad donde nacimos, nos desarrollamos en la ciudad donde nacimos, y así pasa el tiempo hasta que llegamos a una edad en la que ya “no es posible” salirnos de ese lugar, o es complicado.

Que no nos pase.

El mundo es tan grande, que tiene infinidad de cosas para ofrecerte, todo lo que te imagines y lo que no te imagines, lo tiene para entregárnoslo, para que lo aprovechemos, para que lo exploremos. seamos “ciudadanos globales” (como el festival de música). También es tan pequeño, que en cuestión de horas puedes estar en cualquier lugar que uno se imagine, frio, calor, templado, bosque, playa, ciudad, desierto, todo está en nuestra posibilidad.

Día a día tenemos distintas oportunidades, ahora toca crearnos una oportunidad para movernos, y no necesariamente es que debamos movernos y establecernos en otro lugar ajeno y distinto a lo que sabemos; es ir poco a poco, vayamos a lugares distintos dentro de nuestra ciudad, de nuestra región, de nuestro país, un día, dos días… Un año… viajemos más, conectemos, salgamos de la rutina.

Cada uno es distinto, y lo que para uno funciona, para el otro no, así que dejemos de compararnos, de añorar, de ver lo que puede ser, y transformemos a lo que nos toca vivir, si bien no podemos controlar todo, si podemos controlar nuestros planes, y habrá un porcentaje de probabilidad que salga como lo planeamos, y puede que, hasta mejor, así que empecemos a movernos.

Y hacer esto cuesta, y cuesta mucho, tomar la decisión de movernos de la comodidad, de lo conocido es difícil, pero en ese salto de valiente descubriremos que nada es como lo creíamos, que la historia es hermosa, pero es mejor hacer uno su propia historia, una que esté llena de colores, de experiencias, de momentos altos, de momentos bajos… que esté llena de magia.

Y si podemos sembrar una semilla en nuestro entorno, esa semillita del movimiento, de la evolución, habremos hecho algo bien; no se si sea una misión de vida, pero en el camino se encuentra uno con su propia misión, si es qué lo queremos ver de una forma más elevada.

Seamos agentes de cambio, seamos personas que se inspiran y que inspiran a hacer más, y crear más a través del movimiento, no nos quedemos en nuestro rincón solo porque es cómodo, incomodémonos y transformemos.

Que nuestra inquietud nos vuelva nómadas por convicción, y no sedentarios por obligación.