Sin tiempo
427
post-template-default,single,single-post,postid-427,single-format-standard,bridge-core-2.0.8,ajax_fade,page_not_loaded,,qode-title-hidden,qode_grid_1300,hide_top_bar_on_mobile_header,qode-content-sidebar-responsive,qode-theme-ver-19.5,qode-theme-bridge,disabled_footer_bottom,qode_header_in_grid,wpb-js-composer js-comp-ver-6.1,vc_responsive,elementor-default

Sin tiempo

El tiempo siempre ha sido una limitante, pero el tiempo es el tesoro mas grande de una persona, cada día se agota nuestro tiempo, cada minuto se consume nuestro tiempo, cada momento es tiempo pasado, y nada se repite, podemos recordarlo, pero recordar consume tiempo, y vuelve a quedar en el pasado, y así repetitivamente, es un ciclo con un destino final… consumir nuestro tiempo.

Así que hagamos cosas de valor, cosas sencillas, como tomar café (para quienes nos gusta) y disfrutarlo, o tomar té, o lo que quieran, pero estar conscientes que invertir ese tiempo es disfrutarlo, no hacerlo por inercia, como casi todo nuestro día, que se acumula en semana, en meses y en años, y así, solo es inercia…

Hoy un gran problema social es “no tengo tiempo”, ¿que nos pasó?, en ¿qué momento lo perdimos o quién nos lo robo?, podemos encontrar muchos “culpables”, pero solo hay uno y es uno mismo.

Así que pregunto ¿cada día que pasa, ese tiempo que inviertes en lo que consumes, te esta llevando a lo que este objetivo, a lo que quieres, a lo que te hace feliz?

Posiblemente creemos que sí, no lo sabemos, creemos que en algún punto de nuestra vida vamos a ver la cosecha de todo ese tiempo que invertimos, de todo lo que construimos, y quizá vamos a tener tiempo de disfrutarlo, ¿no lo podemos hacer mientras recorremos ese camino?

Algo que he aprendido es que tenemos que querernos por, sobre todo, querernos como somos, con muchos defectos, con poco conocimiento, con heridas, con cicatrices, y con mucho valor; valor que debemos sacar para decir NO a lo que no me suma, y que solo quita ese tan preciado tiempo, que por no saber decir que NO, estamos inmersos en un mundo raro, que nos convencimos de que es lo que queremos.

He escuchado que: a lo que le dedicas tiempo es lo que eres… ¿entonces estamos cómodos con la repuesta que nos muestra? hay muchos afortunados que sí, hay otros que no. Invirtamos el tiempo en nuestra construcción de un mejor yo, una versión más abierta, una “edición especial de mi”.

El tiempo es para la arquitectura, esa que con el tiempo le sienta bien, le genera mas interés, hasta toques místicos; así que seamos como una gran catedral (posiblemente en construcción), pero quien no quiere ser una “la sagrada familia”, admirada por su maravillosa fachada y su inigualable interior, esa que se le ha dedicado muchísimo tiempo en su construcción, para que al final pueda tener tener desde lo alto la mejor vista los mejores acabados, digna de ser un museo,  que inspirara a construir más, a ser ejemplo, a crear evolución.

Es muy sencillo perder el rumbo y regalar nuestro tiempo a organizaciones, empresas, personas, lugares, etc. Que no nos están construyendo, que no me están haciendo un “Guggenheim”, huyamos de ahí. Nada cambia el plan, el plan sigue siendo ser mi mejor versión, solo que, en otro escenario, así que si en algún momento te percibes conscientemente diciendo como respuesta: “no tengo tiempo”, es momento de detenerte, y replantear el camino, echar una vista 360 grados y ver cuál es el mejor camino que me llevara a ser un “Empire State” o solo una casa terminada, pero una bien cimentada.

Digamos SI, si tengo tiempo, y hagamos un viaje de esta vida.

Caminando «sobre el tiempo» / convento, Pátzcuaro, Michoacán, México.
No Comments

Post A Comment