Despedirse
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Despedirse

Hace un par de días una persona muy querida para mí se fue a realizar un intercambio académico a una universidad fuera de México (país en que vivo), y bueno pues vino una despedida.

En esta ocasión fue una despedida muy grata, ya que se va con la mentalidad de estudiar, de conocer de aprender, de desarrollarse como persona, cosa que sin duda se consigue haciendo este tipo de viajes, entre las varias despedidas, y comentarios, todos le desearon un mismo fin, que se divirtiera.

Hay otras despedidas, como cuando le tenemos que decir adiós a un ser querido y que no estamos preparados para ese momento, creo que puede ser algo de lo más difícil en nuestras vidas. Y que decir de las despedidas amorosas, esas que sentimos que te parten el alma y que creemos que no podremos seguir, pero en el fondo también sabemos que es pasajero, como todo. Y seguimos adelante, probablemente más sabios… o tercos.

El punto es ¿Qué debemos aprender de la despedida?, aprender lo bueno que nos dejan, porque, aunque alguien nos cuente una experiencia mala, eso es aprendizaje, y si esa experiencia es la propia, es aún mejor, aprendimos exponencialmente; pero centrémonos en cosas las buenas, como al inicio del texto, considero que el desarrollo de una persona se logra exponiéndose al mundo, y esto solo es posible haciéndolo uno solo, con acciones, decisiones… esas pequeñas cosas.

Estando solo podemos darnos cuenta de nuestro potencial, de lo que somos capaces, bueno y malo, nos mostramos tal cual somos, sin disfraces, porque… siempre es mas sencillo ser uno mismo con desconocidos. Y esto solo nos generara un sentimiento de satisfacción, de saberse libre e independiente, de ser capaces de decidir lo correcto de lo incorrecto, sin opiniones que solo nos redireccionan a lugares que no teníamos planeado.

Y si esto pasa cuando nos despedimos, ¿por qué no lo hacemos más seguimos, porque seguimos en el mismo lugar en el que nacemos?, que acaso no hay 206 países en el mundo, con casi 8 mil millones de habitantes, y todos los podemos visitar, unos más que otros, pero todo es alcanzable.

Ponemos muchos “pretextos”, por miedo a lo desconocido, por miedo a empezar, por miedo a no hablar otro idioma, por sentirlo difícil y que solo es para los ricos y los “aventados”, pero conozco personas que han cruzado fronteras de manera ilegal, por los cerros, por túneles, por días… y lograron lo que querían, sin dinero, pero su propio sueño. También conozco personas que lograron su sueño por medio de un tercero… no me encanta esa idea, pero si logran lo que quieren adelante, no podemos juzgar.

Despedirse es lanzarse a cumplir un sueño, a hacer lo que quieres, hacer lo que se ha trabajado, conocerte a ti mismo, a descubrir la grandeza de las personas, a entender que no podemos seguir con la educación rudimentaria de otras generaciones, que nuestro mundo actual es una oportunidad, que hoy más que nunca somos ciudadanos del mundo, y como buen ciudadano mientras hagamos lo correcto, sea el lugar que sea, vamos a estar bien, y tenemos a nuestros familiares en la palma de la mano.

“La vida empieza donde el miedo termina”

Osho

Museo JUMEX, CDMX.
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