10 Ene 2024

Ya han pasado varios días, desde la euforia de la fiesta de año nuevo, y hemos vuelto a nuestra cotidianidad. Casa, labores, escuela, probablemente ejercicio…

En el imaginario, creíamos que pasada la media noche todo cambiaría, y sería un nuevo comienzo, una “nueva vida”, y así mágicamente no sucede. Tenemos que trabajar, y sobre todo ser pacientes, porque la magia la hacemos nosotros, con nuestras acciones, con nuestra perseverancia, con nuestro trabajo; y así vendrá lo nuevo.

Como cada inicio de año, veo que es un año prometedor, pero ¿qué me promete?

Solo visualizo la promesa de la oportunidad. Una oportunidad de todo, de hacer lo que quieres y dejar de hacer lo que no quiero, lo que no me gusta, y más bien buscar cosas que me nutran, acciones que me hagan crecer y aprender, trabajar por lo que quiero y los que quiero. La oportunidad de sabernos vivos y únicos.

la oportunidad de ilusionarnos, de todos aquellos planes que tenemos y que estamos por comenzar, porque a pesar de cualquier duda, hay que hacer planes. La oportunidad de asombrarnos nuevamente, dejar que la sencillez nos invada, y así podamos tener más experiencias de cualquier tipo.

Así que 2024, estamos listos, porque, aunque ya tuvo su arranque, sé perfectamente que para muchos aun vamos en primera velocidad, estamos agarrando ritmo, apenas estamos sintiendo esa brisa en la cara que nos hace sentir despiertos, que nos hace sentir libres, y que este año venga cargado de luz y su contraste, la obscuridad.

Así que es muy claro, la palabra del 2024 es: OPORTUNIDAD.